Una sociedad moderna no es la que tiene muchos autos muchos edificios sino la que ayuda a quien lo necesita.
El Alzheimer es una enfermedad que padece la persona, pero que afecta de una manera muy directa a su entorno familiar.
Es el cuidador directo del enfermo quien más sufre las terribles consecuencias de impotencia y
soledad ante la nueva realidad social en la que se ve inmerso.
Desde ese punto de vista, esta patología es también un problema social; un problema social ante el cual la sociedad y
las instituciones públicas están obligadas a ayudar y apoyar a las familias afectadas

18 jul 2010

LAS FASES DE LA ENFERMEDAD

Aunque en la enfermedad de Alzheimer se produce siempre un deterioro progresivo de las funciones intelectuales, la evolución de este cuadro sintomático es muy variable. Mientras que en unos casos dicha evolución es muy rápida, en otros, este deterioro puede prolongarse hasta más de fiez años.

Atendiendo a estas variaciones, podemos señalar en la enfermedad tres fases o estadios evolutivos: leve, moderado y avanzado.

PRIMERA FASE (LEVE)

Los primeros síntomas, como ya dijimos, son muy sutiles y difíciles de detectar; pueden, por otra parte, ser diferentes en cada enfermo. Éstos son los principales:

– Quejas por pérdida de memoria reciente (no recordar dónde están las cosas, nombres usuales y cotidianos, o cifras).
– Ansiedad leve: el enfermo se muestra frecuentemente irritable.
– Dificultad perceptible para concentrarse en algo.
– Evidencia de bajo rendimiento laboral.
– Desorientación en el tiempo y en el espacio.

SEGUNDA FASE (MODERADA)

Los síntomas se vuelven más marcados y el enfermo, limitado por el avance de su padecimiento, evita realizar muchas de las actividades de su vida corriente. Notaremos:

– Dificultad para reconocer personas, objetos y lugares.
– Alteraciones del comportamiento: altibajos emocionales, agresividad, vagabundeo por la casa.
– Mecanismo de negación: niega actos que comete, no reconoce tener problemas, dice no necesitar ayuda…
– Olvido de hechos cotidianos o recientes.
– Problemas para realizar actividades que requieran una planificación.
– Pérdida progresiva de las capacidades verbales.
– Incapacidad para desempeñar la actividad laboral y mantener una vida social fluida.

TERCERA FASE (AVANZADA)

El enfermo entra en una situación de dependencia total, porque se agravan todos los síntomas anteriores de forma muy notable. En un estadio avanzado de esta tercera fase se pierden las funciones psicomotoras básicas (andar, comer) hasta que los pacientes terminan encamados y con alimentación asistida. Los síntomas más comunes son:

– Rigidez muscular, así como resistencia a mantener determinadas posturas. Aparición frecuente de temblores.
– Desorientación espaciotemporal, mucho más acusada que en las otras fases.
– Necesidad de asistencia prácticamente total para las actividades de la vida diaria y aseo personal.
– Pérdida total de las capacidades verbales.
– Cambios en la personalidad (delirios, agresividad, etc.); la afectividad es casi nula.
– Alteraciones del sueño.
– Incontinencia urinaria y fecal.
– Pérdida progresiva de las funciones psicomotoras básicas (andar, comer, etc.) hasta su totalidad.

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